Albóndigas ligeras y sabrosonas. Con estas tres palabras sobran las demás.
Me encantan las albóndigas, y esta forma de cocinarlas no es tan laboriosa como la tradicional, ya que te ahorras el tener que freirlas antes de meterlas en la salsa correspondiente. Pero siempre tienes la opción de incluir este paso, serán aún más sabrosas, pero ya no serán tan ligeras. Dura decisión.
La base de la albóndiga será el pollo, pechuga de pollo de corral picada, un par de ellas. Pero además vamos a combinar la carne del pollo con un tazón de sémola de trigo, que habremos preparado previamente sumergido en agua para que se hidrate. Una vez se vuelva turgente, quitamos el agua que sobre, escurriendo la sémola bien y la incorporamos a la carne picada de pollo en un bol.
Con la batidora, o con un mortero de toda la vida…ya sabes, tiempo y ganas…mezclamos un huevo, perejil, tomillo, romero, dos dientes de ajo y media cebolla. Lo mezclamos con la carne y la semola, añadimos sal y pimienta y amasamos bien, con las manos, no te cortes, para que todo esté bien mezcladito.
Hacemos las bolas de las albóndigas del tamaño que consideres oportuno, y se reservan. Si las vas a freír conviene pasarlas por un poco de harina y en una sartén con mucho aceite de oliva y muy caliente, pegarle un buen repaso para que se pongan doradas por fuera, pero no se cocinen en exceso por dentro.
Por otra parte vamos a preparar la salsa. En la cazuela con el fondo cubierto de AOVE vamos a sofreir una cebolla cortada en trozos grandes y cuando esté dorada se saca y se bate junto con 3 cucharadas de mostaza, unos 3 o 4 yogures naturales y el zumo de un limón. Yo utilizé una mostaza de semillas y chile, un poco picante y de sabor poderoso. Pero si te gusta la mostaza, cualquier variedad le viene bien, y si no te gusta mucho, usa una suavecita, como la mostaza rumana, o directamente pasa de la mostaza.
Una vez batida, se vuelve a poner la salsa en la cazuela, habiendo retirado previamente el aceite sobrante de haberlas frito. Se van incorporando las albondigas y si es necesario se añade agua para que queden bien cubiertas.
Se tapa y se cocina a fuego lento unos 15 o 20 minutos. Si están previamente fritas, con 10 minutos es suficiente. Para acompañar todo vale, ensalada, arroz, pasta, lo que más te guste, aunque recuerda que ya llevan las propias albóndigas su parte de hidratos con la sémola. Se puede congelar y se puede recalentar. ¡Buen provecho!
- 2 pechugas de pollo de corral picadas
- 2 cebollas
- 1 diente de ajo
- 1 manojo de perejil
- unas ramitas de tomillo fresco
- unas ramitas de romero fresco
- 1 huevo
- 200 gramos de sémola de trigo
- 2 yogures naturales
- el zumo de un limón
- 2 cucharadas grandes de mostaza con semillas (tipo dijon) o una cucharada de semillas de mostaza
- Sal, pimienta y AOVE
- Se bate el perejil con el tomillo y romero, un huevo media cebolla y dos dientes de ajo
- Se mezcla con el pollo picado y la semóla hidratada y escurrida y se añade sal y pimienta
- Se hacen las albóndigas del tamaño que gustes
- Se fríe la cebolla en la olla y se aparta
- Se meten las albóndigas en el mismo aceite para que pierdan el color de crudo
- Se bate la cebolla frita con la mostaza, el yogurt y el zumo de limón
- Se vierte sobre las albóndigas y se cubre el resto con agua
- A cocinar a fuego lento unos veinte minutos o hasta que la salsa coja la consistencia adecuada