Garbanzos, legumbre versátil y gustosa. Miles de maneras de prepararlos. Esta vez en forma de pequeña tapa o aperitivo.
Partimos de un puñado de garbanzos, que dependerá del número de raciones que queramos hacer. Tened en cuenta que es bastante explosiva, así que pequeñas dosis para que se queden con ganas de más…porque un hartazgo traerá consecuencias a la capa de ozono 😉
Yo utilizaré garbanzos del puchero, pero puedes usar garbanzos ya cocidos de bote, o cocerlos después de unas cuantas horas de remojo. Si utilizas esta última opción siempre le queda fenomenal unas hojas de laurel, un casco de cebolla pelada y un par de clavos de olor.
Una vez cocidos los garbanzos, se refríen con unos ajos picaditos y un poco de pimienta. Salteándolos ligeramente para que cojan el saborcillo.
Preparamos el alioli, que puede ser del de verdad, ajo bien picadito, pizca de sal y aceite y majar, majar, majar hasta que tenga una textura consistente o bien la versión algo menos agotadora, pero también muy rica. Esta es la que voy a hacer.
En un vaso de la batidora se pone un huevo, mejor si lo sacas un rato antes de la nevera, un diente de ajo pelado, una pizca de sal, el zumo de medio limón, un buen chorreón de mostaza, la que más te guste, y medio vaso de aceite de girasol. Para las mayonesas es mejor utilizar el girasol, porque con oliva sale demasiado potente el sabor.
Se bate todo comenzando con la batidora en el fondo del recipiente a máxima potencia y sin moverla hasta que la salsa haya ligado. Una vez que veamos que va saliendo la mayonesa con buena textura empezamos a mover la batidora hacia arriba y abajo durante un minuto o poco más. La salsa estará lista.
Como lleva huevo crudo hay que tener cuidado con la conservación, usarla lo antes posible y si sobra taparla bien y meterla inmediatamente en la nevera. No dejarla nunca más de un par de días.
La versión vegana del plato sería utilizando leche de soja en lugar de huevo. Os aseguro que sale espectacular.
En unas cazuelitas individuales se ponen los garbanzos y se cubre con la salsa. Se mete a gratinar unos minutos hasta que quede de un dorado precioso. Servir inmediatamente. Aunque también tienes la opción de servirlo sin gratinar, que también está bastante bueno y evitas que la salsa se quede seca si la gratinas demasiado tiempo. ¡Buen provecho!
- Garbanzos cocidos
- zumo de medio limón
- 1 huevo
- un par de cucharadas de mostaza
- medio vaso de aceite de girasol
- sal
MANUFACTURA
- Se saltean los garbanzos, ya cocidos, con un poco de ajo y pimienta
- Se prepara la salsa batiendo el resto de ingredientes
- Se ponen los garbanzos en cazuelas indiviudales y se cubren con la salsa
- Se gratina hasta que estén dorados