Coliflor gratinada, con una salsa de ajo…espeluznamente buena 🙂
La coliflor es bastante versatil, pero tiene un aroma y un sabor muy peculiar, y esta forma de prepararla no lo enmascara en absoluto. Solo lo potencia con el contraste de la salsa, así que te tiene que gustar la coliflor para disfrutar de estos sabores.
Partimos de una coliflor mediana, fresca y hermosa. Le quitamos las hojas verdes y los tallos y la partimos en arbolitos, cuyo tamaño dependerá de cómo nos guste la coliflor y cuanta salsa queramos que las embadurnen. Se cuecen los arbolitos de coliflor al vapor, en el horno de vapor son 20 minutos. La textura tiene que ser crujiente, aunque estén algo blandas.
Mientras se cocina la coliflor preparamos la salsa. En primer lugar en un cazo hervimos unos dientes de ajo, unos 10 o 12, en abundante agua. Unos dos minutos. Sacamos los dientes del agua y los pelamos. En el mismo cazo se cubre el fondo con AOVE y los dientes de ajo, pelados y enteros se confitan a fuego muy lento, hasta que estén bien dorados y tiernos.
Aprovechando el mismo cazo y el aceite de freír los ajos, echamos una cucharada sopera de harina de garbanzos, y empezamos a remover. Añadimos sal, pimienta negra molida y unas raspaduras de nuez moscada. Seguimos removiendo a fuego lento hasta que la harina empiece a tostarse y a emitir un aroma característico a garbanzo frito.
Entonces es el momento de incorporar leche desnatada poco a poco, sin parar de remover, para que no se hagan grumos. La cantidad dependerá de lo líquido que queramos la salsa.
Cuando más o menos tengamos la textura que nos gusta añadimos los ajos ya fritos y dejamos un par de minutos hirviendo a fuego muy lento y sin parar de mover para que no se pegue.
Por último pasamos la salsa por la batidora para batir todos los ajos y mezclarlos con el resto de ingredientes.
Las coliflores se ponen en una fuente resistente al horno y se cubre con la salsa de ajo. Se mete en el horno a gratinar hasta que la salsa empiece a dorarse.
Servimos inmediatamente, con la salsa calentita. Es un plato que está delicioso. ¡Buen provecho!
- 1 coliflor mediana
- una cabeza de ajo
- 1 cucharada de harina de garbanzos
- Un vaso de leche desnatada
- un poco de nuez moscada
- Sal, pimienta y AOVE
MANUFACTURA
- Partir la coliflor en ramilletes y ponerlos al vapor
- Poner los dientes de ajo sin pelar en una cacerola pequeña, cubrirlos con agua fría y hervirlos durante 2 minutos. Escurrir, dejarlos enfriar un poco y pelarlos.
- En una sartén con aceite caliente se añaden los dientes de ajo pelados, y a fuego lento se van confitando, lentamente, hasta que se pongan tiernos, unos 10 minutos o algo más
- Una vez tiernos y dorados los escurrimos y los dejamos reservados.
- En el mismo aceite de confitar los ajos ponemos una cucharada de harina y removemos durante 1 minuto, hasta que se dore
- Añadimos poco a poco la leche fría hasta conseguir una crema suave y sin grumos
- Agregamos los ajos confitados y lo dejamos hirviendo a fuego muy bajo durante otros 10 minutos.
- Salpimentamos y trituraramos la crema de ajos hasta conseguir una salsa suave, rectificar ahora de sal y pimienta si fuera necesario.
- Colocar la coliflor en un recipiente apto para el horno y salpimentarla. Verter por encima la salsa
- Gratinar unos minutos hasta que la salsa esté dorada. Servir inmediatamente